Para comenzar, mezclamos en un plato 35 gramos de harina de trigo con una pizca de sal y pimienta negra molida.
En otro plato, batimos un huevo y en otro plato echamos los 150 gramos de pan rallado y lo mezclamos con una cucharadita de ajo en polvo y una cucharada de perejil seco.
Realizamos el empanado de los cuatro filetes de pechuga de pollo. Para ello comenzamos pasando los filetes por harina, retiramos el exceso con cuidado y los sumergimos en huevo batido.
Por último, los recubrimos con el pan rallado presionando con los dedos para que los filetes queden bien sellados.
Calentamos abundante aceite (de preferencia de oliva) en una sartén hasta alcanzar los 180 ºC, nunca a menos temperatura para evitar que el empanizado absorba demasiado aceite.
En ese momento, comenzaremos a freír las milanesas de pollo durante un par de minutos por cada lado y sin añadir más de dos milanesas a la vez, para evitar que la temperatura del aceite baje.
Una vez fritas las milanesas por ambos lados, las ponemos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite que pudieran tener.
Emplatamos y servimos con nuestro acompañamiento.
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