Son indispensables en la cocina, sirven de base para preparar salsas, guisos y sopas. Se obtienen por la cocción de pescados, carne, aves y verduras con diferentes condimentos. Los caldos pueden ser oscuros o claros, si no tenemos tiempo para elaborar un caldo base, existen en el mercado varias opciones que se ofrecen en cubos o concentrado en sobres.
Caldo de Gallina
Para prepara este caldo debemos dejar 1 kilo de huesos de gallina en agua con sal o sin ella, durante media hora, lavamos y escurrimos.
Los ponemos en una olla con 2 cebollas, 1 zanahoria picada, 50 gramos de apio, 1 clava, un manojo de hierbas aromáticas, 2 dientes de ajo, 6 granos de pimienta y litro y medio de agua.
Cuando hierva, bajamos el fuego y dejamos cocer a fuego lento durante 2 horas, retiramos la grasa que se forma en la superficie, colamos el caldo y dejamos enfriar.
Este caldo base, se puede conservar refrigerado por 3 días.
Caldo de Pescado
Usamos el mismo procedimiento y los ingredientes del caldo de gallina, cambiando los huesos de gallina por 1 kilo de huesos de pescado.
Durante la ebullición, agregamos al caldo 1 dl de vino blanco seco y 80 gramos de champiñones picados.
Es importante que después de colado verifiquemos que no quedaron espinas.
Caldo de Carne
Asamos en el horno un kilo y medio de huesos de res o de ternera a 230 C por alrededor de 40 minutos.
Cuando hayan pasado 20 minutos añadimos una cebolla pelada en trocitos, 1 zanahoria, ½ puerro, una rama de apio picado, 3 dientes de ajo machacados y un poco de agua.
Mezclamos todo y lo ponemos en una olla con 4 litros de agua, 2 cucharadas de pulpas de tomate, un manojo de hierbas aromáticas y una cucharadita de granos de pimienta.
Dejamos cocer lentamente durante 3 horas, vamos retirando la grasa que se forma en la superficie, colamos y dejamos enfriar.
Este caldo se puede conservar en la nevera hasta 3 días.
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