Calentamos el horno a 200º durante 10 minutos.
Mientras pringamos el cordero con aceite de oliva, se suele hacer con una brocha de pintor fina, si no tenemos lo haremos con las manos, poco a poco y lo salamos.
Colocamos el medio cordero en la bandeja del horno junto con dos vasos de agua, el laurel e introducimos los ajos entre los cortes.
Con este caldo que valla soltándo mientras se asa iremos echándoselo por encima cada 10 o 20 minutos para que no se seque (no debemos dejar que se nos seque o se quemará)
A los 15 minutos lo sacamos y le colocamos un poquito de orégano. Lo tenemos todo asando durante una hora y media.
Le damos la vuelta a los trozos de cordero y volvemos a meter todo en el horno y a 225º lo tenemos asando hasta que se dore. Si no quedara añadiremos agua.
Por último, echamos por encima de las paletillas el zumo de limón y lo gratinamos. Así nos quedará churruscadito por encima.
Truco: La carne de cordero nunca debe cortarse con el cuchillo, debe partirse con un tenedor desgarrándola.
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